Una forma de entender la vida
Pasamos hoy más tiempo que nunca en casa. Es una ocasión excelente para abrirnos a nuevas ideas y también replantearnos la forma en que hacemos las cosas y cómo las experimentamos. Una reforma o un cambio de cara para nuestro hogar puede suponer una oportunidad para recoger parte de la filosofía japonesa del Wabi·Sabi y volcarla en nuestro espacio para transformar nuestro estilo de vida, nuestra manera de habitar. Wabi·Sabi no solo nos remite a la estética de lo imperfecto, de lo efímero y de la simplicidad de lo natural. También nos recuerda que todo es impredecible, que hay que aceptarlo y hallar lo positivo en ello.
Si vamos a emprender un proyecto DIY, que sea con una actitud positiva, en compañía o solos, pero siempre disfrutando. El Efecto Wabi·Sabi es una pintura que está pensada para descubrir efectos nuevos, jugar, disfrutar de ese instante de felicidad y exprimirlo al máximo. ¡No hay reglas! La técnica de aplicación consiste simplemente en mover el pincel en zigzag, de manera improvisada. Imita el balanceo de las hojas de los árboles cuando el viento las empuja, de forma inesperada, pero hermosa a la vez. Así es como hemos de experimentarlo: con alegría y con actitud lúdica. ¡Es nuestro momento de relax!
Lo imperfecto es lo bello
Simple, irregular, natural, belleza inusual, gracia sutil, libertad, tranquilidad: son los siete principios del Wabi·Sabi. "Wabi" se define como “sencillez rústica” o “elegancia discreta”. "Sabi" se traduce como "disfrutar de lo imperfecto". De hecho, la imperfección es el principio básico del Wabi·Sabi, que hemos de aprovechar y sacarle el máximo partido. Así lo podemos reflejar en nuestros espacios, con la incorporación de cerámicas u otros objetos Wabi·Sabi, de decoración asimétrica y pigmentos aplicados de forma improvisada. El Kintsugi, por ejemplo, es un tipo de cerámica en la que se colorea con laca de dorada las grietas de la superficie. Una forma sencilla de imitarla es con Esmalte al agua en tonos Oro, Verde Abeto y Blanco satinado.
Combinaremos con otros detalles, no necesariamente de estilo oriental, pero sí con muebles sencillos, quizás imitando el efecto desgastado, que puede conseguirse con Chalk Paint, celebrando así la fugacidad y el paso del tiempo. Sea cual sea los elementos que elijamos, debe, en general, procurarse un espacio despejado, poco abigarrado, que nos transmita paz.
El paisaje dentro de casa
El Efecto Wabi·Sabi en color Gris claro nos dejará jugar con la iluminación que nos trae la luz natural desde las ventanas. El tono Gris Intense permite incluir algún sutil elemento de contraste. Podemos aprovechar una lámpara, que nos recuerde al sol, para aportar calidez y potencia al espacio. Contra la pared, este elemento de iluminación pone de relieve la textura de la pared, que se consigue con esta pintura y nos recuerda al cielo antes de romper a llover. Son sutiles matices, siempre desde una estética serena y muy personal que habla de quien habita ese espacio.
El agua es un elemento muy Wabi·Sabi, puesto que nada es más imprevisible y cambiante. Los espejos y los cristales son formas de simbolizarla en nuestro hogar. Si buscamos pinturas o cuadros, nos inclinaremos por composiciones sencillas, generalmente geométricas, asimétricas, irregulares e incluso abstractas, porque siempre nos remitirán al paisaje y a la naturaleza.
Una cuestión clave es la elección de objetos que nos trasladen a esos momentos importantes de nuestra vida, piezas que nos hagan sonreír, como una bella vista, un viaje, o un amigo. Abraza la sabiduría intemporal y déjate llevar por Efecto Wabi·Sabi.
